lunes, 1 de enero de 2018

VEINTECEROSIETE-

No sé por qué me pintó escribir
en este momento sobre el año que pasó.
Sin dudas puedo decir
que fue uno de los mejores
en mucho, mucho, MUCHO tiempo.
Crecí desde que empezó hasta que terminó. 
Cada parte de mí, vivió todo
de manera intensa. 
Bah, si no es intenso, no lo vivo.. 
ya se sabe que vivo todo 
con el doble de intensidad que los demás.
Crecí como persona. 
Como madre. 
Como amiga.
Como hija. 
Viví el amor de una manera indescriptible. 
Maduré y curé sola todas esas heridas del año anterior. 
Ahora solo son cicatrices cada vez menos visibles. 
No me faltaron besos ni abrazos. 
No faltaron risas y las lágrimas fueron por tanto reír. 
Comprendí que el "para siempre" no existe,
pero que está en uno el querer vivir o no el momento.
Nunca me sentí tan viva, tan yo, tan mujer.
Supe que cuando das amor
y ese amor no es correspondido,  
vuelve. 
Vuelve en otro momento, 
en otra persona. 
Pero sigue siendo eso: AMOR. 
Y por suerte yo di mucho.
Todo lleva su tiempo, 
y de a poco vuelve a su lugar. 
Me sentí llena de vida. 
Y espero seguir así. 

No hay comentarios: