RUNNING TO THE FUTURE-

Durante este tiempo que no escribí,

pasaron mil cosas.

Buenas y malas.

Por suerte más buenas que de las otras.

Pude entender que a veces hay que dar oportunidades,

para poder cerrar etapas.

Volver al pasado solo sirve si queda una lección.

Creo haberla aprendido..

creo haberle encontrado la vuelta a todo,

el sentido a esto que había quedado inconcluso 

durante mucho tiempo.

La realidad es que necesitaba esto.

Necesitaba saber qué sentía,

qué me pasaba por dentro.

Y me dí cuenta que cuando ya pasó, ya pasó realmente.

Que a veces puede salir bien, obvio..

pero a veces pasan tantas cosas en el medio,

que nunca vuelve a ser lo mismo.

Y a mí me pasaron mil cosas.

Amé intenso,

viví intenso.

Y de eso no puedo volver.

No puedo hacer de cuenta que no pasó.

Viví la vida de una manera tan hermosa,

que nunca más voy a ser la misma.

De hecho, sigo viviéndola así..

y por suerte no voy a volver atrás.

No por caprichosa,

sino porque crecí, maduré..

es como si estuviera en otro nivel.

Como si viera tan insignificante

esa vida ya vivida..

lo veo como algo lejano, lindo, pero lejano.

Fue una verdadera prueba,

de lo que quiero y lo que no.

Y así pude darme cuenta que amo mi vida tal cual está,

que no necesito cosas del pasado para poder seguir.

Que el pasado tiene que quedarse en eso: PASADO.

Amo intenso. Siento intenso. Vivo intenso.

Y no me arrepiento de nada.

Lo vivido hasta el día de hoy, me cambió para siempre.

Y repito, a veces está bueno volver al pasado
para al menos ver qué puede traer de nuevo,

para saber si se puede aprender de eso..

esta vez me hizo dar cuenta que no trajo nada novedoso,

y por eso es que tiene que quedarse ahí.
Un lindo recuerdo, una etapa cerrada.
Un capítulo que tenía puntos suspensivos
y que por fin tiene punto final.



(Gracias por eso. Crecí un poquito más, nuevamente.)