Hoy pude reflexionar
y debido a un acontecimiento desagradable,
me encontré a mí misma comparando
pasado con presente.
Sin querer,
no pude evitarlo.
Y me acordé (cosa que nunca hago)
de todo lo malo, en vez de lo bueno.
Siempre por recordar solo los buenos momentos,
me hundo a mí misma.
Esta vez no.
Esta vez me acordé de cada cosa mala.
Desde ese 29 de julio,
hasta las no-respuestas.
Desde el haber dado mil oportunidades,
hasta el haber pedido yo una sola
y que no se me haya concedido.
Desde el "podemos ser amigos"
como si de repente pudiera dejar de sentir todo eso que sentía,
hasta la ropa nunca devuelta.
Desde los momentos sola en su casa,
hasta los días "de estudio"
que solo eran para estar lejos mío.
Debía acordarme de eso,
porque fue lo que me mantuvo fuerte
en ese momento..
lo que me hizo recapacitar
en ese tiempo de sanación.
Lo que me hizo entender
que puedo elegir qué quiero y qué no.
Que fue lindo y me quedan muy buenos recuerdos..
pero que lo malo me hizo madurar,
y la persona que soy hoy
no permitiría cosas así.
Creí que iba a ser el fin.
Que se me había roto todo.
Pero pasó TANTO en un año..
al menos a mí, me pasó de todo.
Pude sentir.
Creí que ya no iba a poder,
pero sí.
Sentí.
Sentí intenso.
Y siento mucho ahora.
Por algo es pasado. Simple.
No hay comentarios:
Publicar un comentario